Vamos a por un cliché de los clásicos. Los enamoramientos. Los grandes enemigos de cualquier persona. ¿Cuántas veces nos hemos obsesionado por una chica o un chico que nos gustaba, pero que mirábamos desde lejos? Al menos yo, he decir que muchas. Esa persona está en tu cabeza a todas horas, en cualquier parte. No importa que estés con tus amigos o en el cine o en tu habitación. Las canciones de tu iPod te recuerdan a él o a ella. En cuanto tu móvil suena saltas para ver si te ha mandado un mensaje, y si es así saltas de alegría -en algunos casos literalmente-. Sé que se siente cuando esa persona te mira en medio de una multitud aunque haya sido por casualidad. Miles de mariposillas revoloteando en tu estómago y unas infinitas ganas de volar. Todo muy poético. No sé que será, pero el enamorarse te cambia por completo la forma de ver el mundo. Para luego volver a cambiarte cuando te desenamoras. Es ley de vida. Creerme, lo he visto pasar y lo he experimentado en mis propias carnes. Aunque nunca somos lo bastante listos para recordar eso cuando nos volvemos a enamorar.
Hago todas estás "reflexiones" porque alguien cercano a mi está en esa fina linea entre un enamoramiento y otro. Por un lado está lidiando con el desencanto que le sigue al final de una relación, pero por otro también están todas esas maravillosas sensaciones del principio, el tira y afloja,el ¿le gusto o no?. Es raro cómo de diferente se ve todo esto desde fuera. De forma objetiva todas esas cosas que nos parecen tan increíbles, tan importantes, palidecen y se convierten en pequeñas. Pero, cómo cambia todo cuando te ocurre a ti.
Enamorarse es parte de la vida, tanto las partes buenas como las malas. Lo mejor que podemos hacer es experimentar, dejarnos llevar y aprender de ello. Enamorarse es como volar, pero también es como si te estrellaras a toda velocidad contra la graba. Let's fall in love!!!
Enamorarse es parte de la vida, tanto las partes buenas como las malas. Lo mejor que podemos hacer es experimentar, dejarnos llevar y aprender de ello. Enamorarse es como volar, pero también es como si te estrellaras a toda velocidad contra la graba. Let's fall in love!!!