lunes, 4 de febrero de 2013

Montaña rusa

En la vida todo son subidas y bajadas. Unas veces subes mucho y otras poco. En cualquier caso siempre bajas. El problema suele estar ahí, en la manera en que bajas. Puedes hacerlo poco a poco, con tranquilidad, o como si de una bola de nieve se tratara. *Ruedas y ruedas* y sigues rodando hasta que tocas fondo. Es una sensación vertiginosa, inconfundible que te desespera y consume. Todo te da vueltas, se mueve a tu alrededor sin que puedas participar en ello. En realidad es como dicen, una montaña rusa. ¿Alguna vez os habéis subido a una? Pierdes el centro de gravedad, eres nada más que inútil contra todo lo demás. Lo bueno de las montañas rusas es que solo duran unos minutos, a veces, menos. Pero la vida es para siempre, una vez te subes en su vagón no hay vuelta atrás. Y ni siquiera eso es tu elección. No podemos elegir subir por primera vez, pero podemos elegir bajar. Peligroso y muchas veces confuso. ¿Pueden nuestras mentes elegir bien? ¿Quién elige bajar? ¿Porque? 

Las respuestas a esas preguntas son complicadas. Cada persona es un mundo, con pensamientos y sentimientos diferentes. No obstante, hay veces en que nos podemos aplicar la misma regla. Esta es una de esas veces. ¿Por qué hay gente que prefiere bajarse del tren de la vida? Porque han tocado fondo. Esas personas que han llegado a un lugar oscuro, completamente aislado, son las desertoras. Pero, ¿de verdad podemos juzgarlas? Es cierto, que [la vida es una perra con todos], pero hay gente con la que realmente se ceba. Y sorprendentemente es esa gente la que mejor sabe sobrellevar los problemas. Luego están esas otras personas, que por ser mucho más sensibles o débiles o cualquier otra cosa, no pueden seguir adelante. En cualquier caso es su viaje, su billete y su vida. Quizás haya que dejar que tomen la decisión que al nacer no podemos tomar. 

Siempre tenemos que recordar que el trenecito, en algún momento, se detiene. Que nada va a ser para siempre, esa no es una opción viable. Ni para ti, ni para mí, ni para él.