domingo, 23 de diciembre de 2012

Don´t be afraid

La mejor forma de combatir tus miedos es enfrentándote a ellos. Bonita frase. La verdad es que no podría contar la de veces que la he escuchado, leído o simplemente recordado. Y sin embargo nunca había creído del todo en ella. Pues bien, después de una intensiva sesión de A.H.S creo que puedo decir que sí es cierta. 




Desde niña me han encantado las historias de miedo, sobre todo las de fantasmas y casas encantadas. (Los monstruos y asesinos no tanto, vale, nada de nada). Aunque en el fondo siempre me han dado algo de respeto. Cuando voy a un cementerio no me salgo del camino de cemento/azulejo y al cruzar un pasillo oscuro corro como una loca. Soy una miedica, lo se. El caso es que el otro día tropecé con esta serie, la cual tengo que decir que me engancho desde el principio. Si fue por los personajes, la historia o todo conjunto, no podría decirlo, pero el caso es que no pude dejar de verla. Mientras me veía un capitulo tras otro (como una autentica [freak]*) pensaba para mi misma: Te vas a acordar de esto después cuando te quedes sola para dormir. Ya verás. Y lo cierto es que incluso entonces me metí en la cama con el ordenador para seguir viéndola. Obviamente al final me quedé dormida de cansancio. Y aunque luego saltaba con cada sonido en el piso, pasé las noches sin ningún problema. Y eso para alguien que no soporta ver C.S.I o Bones es algo increíble. Sobretodo después de la segunda temporada, la cual aun no ha terminado. Pero lo verdaderamente importante es que he dejado de correr por los pasillos, saltar cuando la luz se apaga o espiar cualquier esquina en busca de peligros "tenebrosos"



Esta misma tarde mientras cruzaba el pasillo kilométrico de la casa de mis abuelos (sí, es una casa de cuento de terror de las de verdad) iba tan tranquila, sin correr, sin que el corazón se me salga del pecho, nada. Raro. Puede que se me haya pegado algo de la actitud de Violet Harmon. ¡Quien sabe! A lo mejor es cierto que se pueden superar los miedos, pero por si acaso no dejéis de estar atentos. Puede que algún día vuelva por aquí completamente atemorizada por una bombilla que se apaga.