Dentro de poco /menos de ocho días exactos/ será el momento de dar los regalos de Navidad. Esto tendrá lugar después de una cena opulenta, llena de comentarios sarcásticos, graciosos y cariñosos entre familiares. La gente puede decir lo que quiera, pero cuando llega el momento de abrir los regalos no hace falta ser niño para disfrutar. No obstante hasta que llega ese instante de desenvolver y agradecer solo hay una interminable búsqueda del regalo perfecto. Hay que j·······, con perdón a los lectores más sensibles. Para encontrar el regalo perfecto nos volvemos locos, sí LOCOS. Y no solo para buscar el regalo de otras personas. ¿Qué me decís de vuestros regalos?
Yo al menos no tengo ni idea de que pedir. Que tiempos aquellos en los que el último juguete de moda era la elección más fácil y perfecta. Pero ya llega un momento que, aunque muchos seguirían haciéndolo, no podemos pedir juguetes como regalo (absurdo ¿no?). El caso es que NO tengo ni idea de que me pueden regalar, y cada vez que alguien me pregunta no puedo dejar de ponerme de los nervios. Repito, NO TENGO NI IDEA. Y no es por que lo tenga todo -no necesito más de lo que tengo- y no hay nada más que pueda tener. No. Es porque simplemente no puedo pedir una camisa de 50€ o un pantalón de 90€. Mis principios me lo impiden. ¿Desde cuando una camiseta de algodón cuesta 30 euros? ¿En serio? Así que simplemente digo que quiero esperar a las rebajas. Hasta aquí llegó mi espíritu navideño. Nada de bonitas cajas envueltas y fugaces pero sinceras sonrisas. Las rebajas han robado ese momento.
En fin, que estoy harta de recorrer tiendas y no encontrar nada que lo vea y diga "Esto es. No hay nada más. Es esto". Y vosotros, visitantes, ¿tenéis el mismo problema?
